lunes, 15 de diciembre de 2014

Un día... solo un día en Estocolmo

En realidad... día y medio. Desde que planeé este viaje, sabía que debíamos ir a Estocolmo, por algo una ciudad es capital de un país. No es un destino turístico que pase por la cabeza de muchos y eso lo hace interesante. Sin embargo, lei sobre la ciudad y qué se podía hacer en ella... pocas actividades me interesaron pero ya sabrán porqué... sin embargo eso no era excusa para perderme esta ciudad.

La amiga de mi novia le comentó que era una ciudad lindísima y que nos recomendaba por lo menos pasar y conocerla. Eso despertó la curiosidad de Karen.

¿Qué hay de Estocolmo?

Estocolmo es calificada como la Venecia del norte. Una ciudad de altísimo nivel cultural y social, de belleza muy europea y de total orden ubicada en la parte sur de Suecia. Desde prácticamente cualquier ciudad europea hay vuelos hacia Estocolmo. Desde Colombia se debe viajar hasta Madrid, Paris o Frankfurt para obtener un vuelo a precios relativamente razonables.

Ubicación de Estocolmo

Ya en Estocolmo...

El 7 de marzo llegabamos a Estocolmo desde Kiruna en un viaje por tren de 16 horas. La primera impresión fue espectacular: ¡estabamos a 0ºC! Era la mejor temperatura que había sentido al aire libre por varios días. Quedaban aún algunas marcas de nieve en el piso pero ya podiamos ver colores en el horizonte. Tomamos un bus que nos dejó en la ciudad vieja o Gamla Stan, donde había reservado un hotel que parecía bonito y estaba dentro de los más económicos: el Collector's Victory Hotel. La noche vale casi 500,000 COP (250 USD aproximadamente) pero, como les cité anteriormente, estaba entre los más económicos de la zona.

Cuando llegamos al hotel, comprendí porqué la noche valía eso... era un apartamento lujoso. Todo pensé menos que en una ciudad tan costosa iba a alojarme en una habitación con jacuzzi, sala y decoración ambientada al estilo de la antigua naval sueca. La atención fue espectacular aunque sin dejar de lado el ya famoso trato "seco", un poco parco, de los suecos.

El recorrido fue a pie. Bastante calmado. Dentro de lo que considero interesante conocer recomiendo la Casa de la Nobleza (o casa de los caballeros) que se identifica por la estatua de Gustavo I de Suecia, la Casa del Parlamento, pasear por Riksgatan o pasear por las orillas de las calles disfrutando de la vista de los lagos que separan la ciudad.

La entrada a Riksgatan
La noche en que llegamos a Estocolmo decidimos ir a disfrutar de la vida nocturna de la ciudad, pero no consideramos que era una noche de invierno. !Lástima! Todo esta cerrado a las 7 p.m. y a duras penas había un sitio abierto donde se tomaba cerveza. Realmente no nos llamó la atención y terminamos tomando chocolate en una cafetería. Lo bueno era la bebida de chocolate blanco. !Deliciosa!

Considero imperdible el Palacio Real (Kungliga slottet) y si usted es un aficionado (o profesional) de la fotografía, el Katarinahissen será un sitio para pasar un buen rato. Se trata del elevador Katarina el cual ofrece unas espectaculares vistas panorámicas del Gamla Stan y la bahía. El servicio del ascensor tiene un costo, pero personalmente preferimos subir las escaleras y caminar hasta la cima de la construcción.

Vista de la ciudad desde Katarinahissen

Mi novia Karen en la entrada del puente que conduce al ascensor
En el museo de historia de Estocolmo (o Stockholms stadsmuseum) se puede observar una completísima galeria que describe la ciudad desde sus inicios, la forma de vida desde tiempos inmemorables, su evolución en cuanto a educación, cultura, construcción, transporte, etc., vikingos y más vikingos. Algo que me llamó bastante la atención, fue la galeria de fotografía post-mortem: esto no llama la atención de muchos, pero me impresionó como se concebía sin morbo, sino como una costumbre que daba vida a la muerte, un aire sentimentalista y romantico del fin de la existencia.

Fotografía post-mortem en el museo de historia de Estocolmo
No fue un recorrido muy largo pero fue muy educativo. Es claro que Estocolmo tiene mucho más que ofrecer: museos, mercados, parque de diversiones, grupo ABBA (en exceso), pero en invierno suele ser una ciudad muy estática, que se duerme temprano, de pocos sitios abiertos luego de 7 p.m.; y para contar solo con un día y medio, creo que hicimos bastante con Karen. Es una ciudad que mantiene una hermosa arquitectura europea de manera uniforme.

Seguramente, si vuelvo, me quedaré más días. Allí, complementaré este blog.